Hoy queremos destacar este maravilloso cortometraje de Álex Pastor con motivo del espectacular estreno y acogida de la apocalíptica Los últimos días, la película que este cineasta ha rodado junto a su hermano David Pastor y que se está convirtiendo en todo un fenómeno en nuestro país, con José Coronado y Quim Gutiérrez a la cabeza. La ruta natural (2004), el que fuera primer cortometraje de Álex, tuvo unas críticas excelentes y recibió un año después el Premio Internacional del Festival de Sundance y el Premio Nova Autoria del Festival de Sitges, realizando un recorrido por todo el mundo lleno de apasionadas críticas.
Mes: marzo 2013
Visionado: ‘Oz, un mundo de fantasía’, de Sam Reimi. ‘El mejor truco es el engaño’
Así que podíamos imaginarnos sin temor que el gran maestro del cómic convertido en cine no haría un trabajo desdeñable. Y no lo ha hecho. Oz, un mundo de fantasía es una película entretenida a más no poder y que además mantiene la textura iconográfica que Fleming rodó hace más de 70 años, que se dice pronto. Pese a su inevitable toque cursiloide, que para eso es Disney quien paga el banquete, Raimi ha sabido imprimir en ella su personalidad frenética y algo nostálgica del reino más allá del arco iris, el de las baldosas amarillas y el de la Ciudad Esmeralda. Un ejemplo es su similar arranque en blanco y negro, la profundidad de la magia de los bosques y su enorme homenaje a la bruja verde del Oeste, probablemente lo mejor del film.
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‘Deseando amar’, de Wong Kar-wai. ‘Un latido diferente’ vs ‘De cuello para arriba’
DE CUELLO PARA ARRIBA
El final de la película. Avisamos de SPOILER, aunque no es muy determinante sobre el argumento de la historia:
Visionado: ‘Los amantes pasajeros’, de Pedro Almodóvar. ‘Orgía sin desenfreno’
Píldoras cinetarias: David Bowie, "starman" de cine
- La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese (1988). Solo dos años después Bowie debutaría en uno de sus roles más realistas y de la mano de unos de los grandes cineastas de la historia. Su papel de Poncio Pilatos en esta libre y polémica adaptación de la vida de Jesús de Nazaret le valió muy buenas críticas y muchos comenzaron a pensar que el cantante realmente había encontrado su encaje en los papeles más atrayentes y magnéticos que encontraba.
- Twin Peaks. Fuego, camina conmigo, de David Lynch (1991). La precuela cinematográfica de la que probablemente sea una de las mejores series televisivas de la historia horrorizó a todos los fans de esta última, pero sin embargo sirvió para que volviéramos a ver al cantante británico en otra revisión de su enorme pasión por los personajes surrealistas, inescrutables y enigmáticos, y además en plano junto a Lynch. Los dos juntos, todo un regalo.
- Basquiat, de Julian Schnabel (1996). Este caótico biopic independiente sobre el artista neoexpresionista Jean-Michel Basquiat consagró a Bowie, encargado de interpretar a Andy Warhol, como un auténtico imán de personajes con chispa. Es uno de los roles cinematográficos que él mismo recuerda con más cariño, por lo bien que se lo pasó durante el rodaje y porque pudo rendir tributo particular a uno de sus referentes culturales más admirados. Y una nueva secuencia de lujo, con Dennis Hopper y Benicio del Toro.
- Carretera perdida, de David Lynch (1997). Por entonces no era habitual arrancar una película con un tema musical conocido. Fue con el I´m Deranged del cantante británico como Lynch vino a decirnos que estaba empezando una nueva etapa en su carrera, una de sus grandes obras maestras, consiguiendo paralizarnos de inquietud desde los títulos iniciales de crédito con Bill Pullman conduciendo su coche en medio de un bucle infinito.
- Dogville, de Lars Von Trier (2003). Resultó muy extraño que una película rodada en una nave industrial con los muros de las casas pintados a tiza y con un presupuesto tan comedido finalizara con escenas de todo tipo sobre la vida norteamericana. Para explicarlo, nada tan fácil como escuchar la letra de la canción que suena. El tema Young Americans de Bowie resume la esencia de un pueblo algo podrido pero dispuesto a guardar su esencia como un tesoro.
No descartamos que Bowie vuelva a sorprendernos con un nuevo cameo. O confundimos deseo con creencia. Queremos que en el futuro también podamos hablar de su next movie como de su nuevo álbum, y que otra vez un hombre de las estrellas se pasee por la gran pantalla. Sin miedo a aquello que Ziggy Stardust advertía ante los terrícolas en el tema Starman, nada más llegar a nuestro planeta:
Que nos haga saltar por los aires. Él es grande. Es Bowie.