Visionado: ‘La llegada’, de Denis Villeneuve. ‘Horizontes inquietos’
Somos suyos desde el principio. El cineasta canadiense Denis Villeneuve nos tiende una emboscada y nos hace prisioneros desde los primeros minutos de metraje. Unos instantes donde el público sufre una fuerte sacudida emocional, mientras asiste a la presentación del personaje protagonista: una mujer que ama intensamente y vive una tragedia. El prólogo cinematográfico nos hace comprender que estamos en otra parte; no vamos a ser meros espectadores de una película Sci-Fi convencional. En La llegada, efectivamente, existe una civilización extraterrestre que aparece en nuestro planeta, pero para conducirnos a un universo desconocido que habita dentro de nuestra realidad.
La trama nos sitúa en el momento en el que doce naves extraterrestres quedan suspendidas sobre el cielo de doce lugares diferentes de la Tierra. El ejército estadounidense pide ayuda a Louise Banks (Amy Adams), una prestigiosa lingüista, para comunicarse con los alienígenas y averiguar cuáles son sus intenciones en nuestro planeta. Banks intentará cumplir su compleja misión con la mente abierta y acompañada del científico Ian Donnelly (Jeremy Renner).