Atado en corto: ‘Sight’, de Eran May-raz. ‘El control en la retina’

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No dejamos de hacernos la misma pregunta desde que el desarrollo de las redes sociales, la realidad virtual, los videojuegos y los denominados ‘wearables’ (dispositivos adaptados al cuerpo humano más allá del smartphone) han ido transformado nuestras relaciones: ¿dónde está el límite? ¿hasta dónde podría llegar la especie humana una vez tragada por las nuevas tecnologías? ¿puede existir un control mental a través de la ingeniería online?

Sight es un cortometraje del productor y ahora cineasta israelí Eran May-raz que ofrece una respuesta tan inteligente como terrorífica a estas y otras muchas preguntas. Sigue la estela de la aclamada serie británica Black Mirror en el ensayo futurista de cuestiones como la realidad aumentada, en este caso mediante implantaciones en la retina humana que sustituyen cada objeto de la realidad y lo convierten en un videojuego, en una prueba, un reto.

Esta breve historia merece indudablemente un doble o triple visionado debido a la cantidad de detalles que se ofrecen simplemente con dos escenarios: la casa donde vive Patrick (Ori Golad) y el bar donde queda para su primera cita con Daphne (Deborah Aroshas). Nada es natural, espontáneo ni pasional. Todo está sujeto a los datos, a la vida en la retina, a la información instantánea, a los medidores de éxito y al control. Respuestas que llevan a más preguntas. ¿Sería posible un mundo así? Y la cuestión más importante, ¿habría alguna alternativa para quedarse al margen?

Visionado: ‘Her’, de Spike Jonze. ‘En el nombre de lo real’

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cuatro estrellas

Si observamos fijamente el cartel de esta nueva película de Spike Jonze sin haber leído absolutamente nada sobre su argumento, las interpretaciones pueden ser infinitas. Un primer plano en rojo rosáceo, un bigote, unos ojos claros, una expresión entre el amor y el dolor. Pero en realidad dice casi todo del trasfondo sentimental de esta historia del realizador, guionista y actor estadounidense. Los ojos casi transparentes de su protagonista, Joaquin Phoenix, miran a alguien que no vemos, que no somos nosotros, que es invisible. La miran a ella, Her, la voz de Scarlett Johansson, dándole vida a un sistema operativo (OS) en un futuro que no parece tan lejano y abriendo un sinfín de preguntas sobre la dicotomía realidad-ficción.

Por eso en realidad no debemos volvernos locos. Her no es más que un relato romántico. Un romance 2.0, pero contado con una belleza que la hace grande. Es un tratado sobre la imposibilidad del amor y la complejidad de las relaciones humanas por la vía de las nuevas tecnologías. Es la historia de un hombre solitario, a punto de divorciarse, con el corazón roto, y redactor profesional de cartas de amor, que encuentra en la voz femenina de un OS un motivo para enamorarse, para volver a descubrir con entusiasmo los detalles más insignificantes de su vida.

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