Al hilo del próximo estreno (con architamborileadas expectativas) de Cisne negro, dirigida por el apabullante Darren Aronofsky, queremos hacer memoria: es imposible dejar de sentir escalofríos con la escucha de la épica e insuperable banda sonora de la historia de vidas destrozadas que este cineasta estadounidense retrató hace diez años en Réquiem por un sueño, con Ellen Burstyn, Jared Leto y Jennifer Connelly. Como ya hiciera también en Pi, Aronofsky encargó a su amigo el compositor Clint Mansell el corazón musical de la historia, quien sacó a la luz el tema Lux Aeterna.
Esta pieza suena a intervalos durante toda la película pero es durante los últimos 20 minutos cuando se despliega toda su fuerza, acompañando de manera contundente a uno de los mejores y más apocalípticos finales del cine contemporáneo. Os dejamos la pieza musical interpretada por el Kronos Quartet, pero sin las últimas escenas de la cinta, por si no la habéis visto. Si así fuera, estamos convencidos de que su escucha no os dejará indiferentes y apuntaréis en vuestra lista de pendientes este crudo retrato de drogas y locura. Y esperamos que Cisne negro la supere, claro.
Seguramente a algunos os sonarán de algo estas notas musicales. Tiene una explicación: se ha utilizado posteriormente para numerosos trailers, como la remezcla que se fraguó para el de Las dos torres, segunda parte de El Señor de los Anillos.
GRAN TEMA… NO LO CONOCÍA
Me gustaMe gusta
Pues entonces, a ver la peli también.
Me gustaMe gusta
Impresionante. La película es dura y fascinante y Jennifer Connelly una de las mejores actrices de la actualidad.¿Habéis visto "La Casa de Arena y Niebla"?
Me gustaMe gusta
Impresionante película e impresionante actriz, efectivamente. Puede que David Bowie le diera buena suerte cuando le hizo la réplica siendo una chavalilla en "Dentro del laberinto".
Me gustaMe gusta
La verdad es que descubrí esta canción por casualidad y desde entonces me enamoro su fuerza, y ahora me falta ver la película que en breve la veré.
Me gustaMe gusta
Te aseguramos que su simbiosis con la historia es absolutamente arrebatadora.
Me gustaMe gusta